Dos Corazones
Read Story
Bert se enfrenta a la obesidad, la hipertensión (presión sanguínea alta), y la hiperlipidemia (demasiados lípidos en la sangre). Como si estas condiciones no fueran suficientes, según las pruebas, él es pre diabético.
Antes del 2016, Bert, como un solo palo, luchaba solo para llevar la carga de estos problemas.
El día en marzo en que Bert se estableció como paciente en el Centro de Salud Maple City, él se unió a un equipo. Como los demás pacientes de Maple City, el equipo de atención a pacientes de Bert incluyó un médico, una enfermera médica, una enfermera coordinadora de atención, un proveedor de salud conductual, una dietista, un trabajador social, asistentes médicos, y un navegador de seguro médico.
En el Centro de Salud Maple City, nosotros hemos organizado nuestra atención alrededor de equipos de atención a pacientes porque vemos nuestros pacientes como una mezcla compleja de características físicas, mentales, y espirituales. Cada paciente necesita la ayuda de los especialistas en cada área, pero los especialistas también necesitan interacción con los otros miembros del equipo.
El equipo de atención a pacientes de Burt le ayudó con análisis, medicina y educación. Ellos le ayudaron con instrucciones y le animaron. Pero el equipo de Burt creció más grande que solamente su equipo de atención a pacientes. Llegó a incluir a otros pacientes.
Bert se unió a uno de los Grupos para Vivir Saludable del Centro de Salud Maple City. Los Miembros del grupo se enfrentaban a problemas como los de Bert—la obesidad, la hipertensión, y la diabetes. Todos los miembros del grupo necesitaban hacer cambios en su estilo de vida. Ingrid, una de nuestras dietistas, nota que casi toda la gente que hace un gran cambio en su estilo de vida lo hace con la ayuda y el apoyo de otras personas. Los miembros del Grupo para Vivir Saludable se unían por ocho semanas. Los miembros establecían metas, contaban historias, se rendían cuentas, y compartían historias de victorias y frustraciones.
Al principio, Bert dominaba el grupo. Las palabras parecían verter de su boca—que era aún más problemático de lo normal porque todos los otros miembros del grupo hablaban español. Un intérprete tenía que convertir todo que decía Bert al español.
Quizás se debía a la interpretación, que suele requerir que los hablantes hablen más despacio y hablen con más cuidado. Quizás se debía a la sensación que la gente estaba escuchando y respondiendo. O quizás era porque el apoyo tangible del grupo disminuyó el sentido de la soledad de Bert. Cualquiera la razón, para la tercera sesión del grupo Bert hablaba menos y escuchaba más. Bert participaba en conversación. Él hacía preguntas. Él permanecía con el tema actual.
En las sesiones que quedaban, Bert ofrecía historias y sabiduría que venían de su experiencia como alcohólico en recuperación. Él trajo una copia de la oración de serenidad para compartir. Sus nuevos amigos hispanohablantes pidieron que se tradujera la oración. Bert se fijó metas, pero no sentía juicio del grupo cuando ocasionalmente no alcanzaba una meta.
Al fin de su tiempo juntos, los miembros del grupo celebraron lo que habían logrado. Bert bajó veinte libras y bajó su presión sanguínea de un número que era causa para preocupación a un número que era normal. Se disminuyó su riesgo de la diabetes.
En medio de un grupo de gente que era de una cultura diferente y hablaba un idioma diferente, Bert encontró no solamente la fuerza física, mental, y espiritual que necesitaba, sino también ayudó a otros en sus luchas. Atados juntos como un haz de palos, Bert, los miembros de su equipo de atención a pacientes, y los miembros de su Grupo para Vivir Saludable se convirtieron en una fuente de fuerza y curación en nuestra comunidad.